Backend y Frontend. Conocía de qué trataba, lo podía definir de memoria. Pero no fue hasta ponerlo en práctica que lo pude asimilar.
Todo empieza con una gran presión este nuevo semestre en mi universidad. La materia de Ingeniería Web. Y si tal vez lee esto mi profesor, pues que sepa que ha sido uno de los mejores. El objetivo es crear todo un sistema utilizando un lenguaje de programación con su respectivo framework y hacerlo basándose en el patrón MVC.
Para mi misma sorpresa, escogí React Native. Sí, digo para mi misma sorpresa, porque no fue algo que lo tuviera planificado desde un principio. La curva de aprendizaje era demasiado alta. Pero el reto valió la pena.
En resumen, mi proyecto se basa en un recopilador de geoposición. Y al finalizar un periodo de tiempo me da un informe de todo lo recorrido en cuanto a distancia y a tiempo.
Empezando a investigar sobre a qué me había metido, precisamente me di cuenta de eso. Que no tenía ni idea de a dónde me había metido.
Empecé por aprender y comprender qué es un framework, para qué se los usa. Cuáles son sus ventajas. Continué, por investigar qué era React.js, ya que descubrí (vaya descubrimiento) que para escribir en React Native era si o si necesario saber Ract.js.
Alfín, pude crear pequeñas aplicaciones con React Native. Pero llegado el momento, no tuve idea de cómo mi aplicación se comunicaba con mi base de datos, o simplemente dónde iba yo a tener mis datos. Llegué a un nuevo mundo. APIrest.
Es allí que entendí que mi aplicación debía empezar a consumir y enviar datos a través de un API. La pregunta era. Qué rayos es un API?.
Investigué que un API era información generada (backend) gracias a un lenguaje de programación (en mi caso PHP) que los envía por peticiones HTTP. Para que se los puedan consumir (frontend). Y sí, si están siguiendo el hilo, ahora debía aprender PHP (con su framework Laravel). Json (para los datos). Y fortalecer mis conocimientos de bases de datos.
Volviendo a la historia. El día de la presentación del avance del proyecto llegó. Y vaya sorpresa. Aún no tenía nada. Aquel día me levanté. Dios como un destello de pensamiento que hizo saber qué tenía que hacer. Llegué a la universidad, tuve mi primera clase. Salí. Me metí a la biblioteca. Y empecé. Pasaron 10 horas metiendo código hasta que -gracias a Dios- lo logré.
Mi app, creada con React Native, lograba receptar datos exitosamente en json de mi backend con PHP y Laravel.
Me place poder compartir con ustedes un pequeño time-lapse de mi pequeña travesía.
Falta aún. Pero el reto continúa.
Para mi misma sorpresa, escogí React Native. Sí, digo para mi misma sorpresa, porque no fue algo que lo tuviera planificado desde un principio. La curva de aprendizaje era demasiado alta. Pero el reto valió la pena.
En resumen, mi proyecto se basa en un recopilador de geoposición. Y al finalizar un periodo de tiempo me da un informe de todo lo recorrido en cuanto a distancia y a tiempo.
Empezando a investigar sobre a qué me había metido, precisamente me di cuenta de eso. Que no tenía ni idea de a dónde me había metido.
Empecé por aprender y comprender qué es un framework, para qué se los usa. Cuáles son sus ventajas. Continué, por investigar qué era React.js, ya que descubrí (vaya descubrimiento) que para escribir en React Native era si o si necesario saber Ract.js.
Alfín, pude crear pequeñas aplicaciones con React Native. Pero llegado el momento, no tuve idea de cómo mi aplicación se comunicaba con mi base de datos, o simplemente dónde iba yo a tener mis datos. Llegué a un nuevo mundo. APIrest.
Es allí que entendí que mi aplicación debía empezar a consumir y enviar datos a través de un API. La pregunta era. Qué rayos es un API?.
Investigué que un API era información generada (backend) gracias a un lenguaje de programación (en mi caso PHP) que los envía por peticiones HTTP. Para que se los puedan consumir (frontend). Y sí, si están siguiendo el hilo, ahora debía aprender PHP (con su framework Laravel). Json (para los datos). Y fortalecer mis conocimientos de bases de datos.
Volviendo a la historia. El día de la presentación del avance del proyecto llegó. Y vaya sorpresa. Aún no tenía nada. Aquel día me levanté. Dios como un destello de pensamiento que hizo saber qué tenía que hacer. Llegué a la universidad, tuve mi primera clase. Salí. Me metí a la biblioteca. Y empecé. Pasaron 10 horas metiendo código hasta que -gracias a Dios- lo logré.
Mi app, creada con React Native, lograba receptar datos exitosamente en json de mi backend con PHP y Laravel.
Me place poder compartir con ustedes un pequeño time-lapse de mi pequeña travesía.
Falta aún. Pero el reto continúa.
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